lunes, 9 de julio de 2012

Cefalu, tranquilidad e historia.



Cefalu, un pueblecito situado en la parte norte de Sicilia, pueblo pesquero que vive del turismo y de su buen clima permanente durante prácticamente todo el año.

Llegabamos a Cefalu con el liston muy alto después de haber pasado por Taormina, ya que esta desprendia belleza a cada instante. Asi que después de 200km recorridos con nuestro fiat cinquecento y caminito por la costa norte siciliana, llegábamos a nuestro destino, y la primera impresión determinaba que Cefalu iba a ser la joya del viaje. El dia acompañaba mas que bastante, solazo, calor y el mediterraneo a tiro de piedra, hicieron presagiar lo que ya sabíamos.

Nuestro cinquecento
                                                               
Llegamos por la tarde sobre las 6:30 con el sol iniciando su puesta, y de caminito al hotel íbamos encontrando rincones muy interesantes y todo el pueblito desprendia un olor típico playero, mucha tranquilidad, típica siciliana, calles no muy abarrotadas de gente y paisajes que incitaban a perder mas de una tarde haciendo fotos al atardecer mientras bebias una botella de vino blanco de Marsala.

Asi fue, pero antes de empezar nuestra aventura pasamos por el hotel a dejar todas las cosas y refrescarnos un poco. El hotel era un B&B situado en un acantilado del que cuando abrias la ventana solo se veía el mar, con el consecuente gustazo de dormir con la ventana abierta y escuchar el sonido de las olas azotando las rocas. El hotel tiene una terraza en la azotea perfecta para cenar tranquilamente y para hacer fotazas del precioso paisaje que lo rodeaba.

Vistas desde el hotel.                 
                                                
Vaya terracita

                                                                       
Atardecer desde la terraza del hotel.
                                                   
Antes de que se pusiera el sol, cogimos el trípode y la cámara y nos fuimos a una calita llena de casitas construidas sobre rocas y una pequeña muralla para contemplar el atardecer y dedicarnos a hacer bastantes fotos del sitio. Estuvimos como dos horas tomando fotos, con mucha calma y dedicación, observando como oscurecia y aumentaba la belleza de aquel lugar a cada segundo, por supuesto ganaba mucho con la suave iluminación de las casas y de la calle, perfecto para hacer fotos con una larga exposición.

 




   

 

Entraba el hambre y vimos una pequeña terraza en una de esas casas donde parecía que la gente disfrutaba comiendo, asi que allí nos dirigimos para degustar una pedazo de cena típica italiana por un precio mas que razonable, 34€ dos personas y habiéndonos puesto a tope. Lo mejor el postre, Tiramisu casero delicioso, me hubiera comido dos, pero no era plan de morir en Sicilia.

  Birra Moretti
                                                                
Bruschetta Siciliana
                                                                 
Spaghetti Carbonara

Spaghetti con Gamberi

Tiramisu

Rest. Il Covo del Pirata

Despues de la cena tan agradable que tuvimos, decidimos ir a descansar para el dia siguiente aprovechar al máximo nuestro ultimo dia antes de regresar a Belgica.


Artista nocturno

Como localización sureña y tirando al este, empezaba a amanecer a las 5 de la mañana, asi que de esta me levante y cogi la cámara de loco e hice unas cuantas fotos, un amanecer increíble y mas aun cuando el sitio es increíble.

Amaneciendo desde el hotel

Una vez despiertos nos fuimos a desayunar directamente, un sitio muy majo en el centro de la plaza de Cefalu, y típicamente cayo un Capuccino, Croissant relleno de delicioso chocolate y un zumo de color rojo que estaba estupendo.

Despues del dolce, comenzó nuestra visita por Cefalu y fue cuando nos dimos cuenta realmente de que fue el destino mas acertado de todo el viaje. De la noche a la mañana, las calles se abarrotaron de gente, muchísimos comercios con productos típicos sicilianos, tanto gastronómicos como artesanales.

Catedral de Cefalu





Con el calor sobre nuestra cabeza y un solazo del que solo daban ganas de disfrutarlo en la playa, anduvimos como 3 horas por toda la ciudad, de arriba abajo, recorriendo callejuelas, tiendecitas sorprendentes y una cantidad desmesurada de turistas.





Desgraciadamente ese dia no pudimos pegarnos un homenaje gastronómico debido a que no había tiempo ya que el avión de vuelta salía de Trapani a las 5, pero nos llevamos bastantes recuerdos de allí como aceite de oliva, acetto balsámico, limoncello y pasta, asi que cuando echemos de menos Sicilia, nos lo cocinamos en casa.

Cefalu, mas alla donde Sicilia se convierte en otro lugar distinto, un lugar para disfrutar de la fotografía, de los atardeceres, del silencio y el bullicio y por supuesto, de uno de los mejores sitios de toda la isla. El sabor de boca que se nos quedo fue maravilloso, asi que solo me cabe decir ciao bella.

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