domingo, 22 de mayo de 2011

Chambery, capital de la Saboya historica


A finales de Marzo y recién entrada la primavera, estuve en Chambery, una población que se encuentra al este de Francia, a 100km de Lyon y 100km de los alpes.

En principio iba a ir solo un lunes para hacer un trabajo, pero aproveché y me escapé desde el sábado bien temprano para aprovechar el buen tiempo que se avecinaba y conocer una de las regiones más bonitas de Francia.

Nada más llegar me encuentro en el aeropuerto de Lyon, bastante moderno del cual lo que más destaca es su entrada principal que comunica con una estación de tren que te lleva tanto al centro de la ciudad como a otros puntos del país, con accesos a los Alpes y a la zona noroeste de Francia.




Dirección los Alpes.

Tras una hora de tren y un sol que me emocionaba por momentos, llegué a la estación de Chambery en la cual se bajaron un montón de riders para surfear los alpes, aunque me quedé sorprendido por que con el sol que había la nieve iba a estar un poco mala pero aún así había bastante gente con intenciones de esquiar.

Caminito del hotel, las 2 de la tarde, un hambre increible y un sol que me pegaba en toda la cara, me fuí fijando en todos los restaurantes que había por la zona para elegir el mas adecuado y quitarme el hambre con el que salí de Madrid, así que dejé las cosas en la habitación y me fuí directo a la terraza de un restaurante donde degusté una gran hamburguesa compuesta por dos piezas de carne, tomate, cebolla, queso, foie de pato y huevo ... mortal, para terminar un café expresso, muy típico francés, la cuenta y a empezar la visita por Chambery.


Con el día tan maravilloso que hacía la gente se echó a la calle, a pasear, tomarse una cervecita, unas crepes y sobre todo helados. En Chambery me encontré con muchos puestos de helados bastante curiosos y los helados tenían una pinta estupenda, cosa que no probé ya que estaba medio malo, y el helado no es lo que mas ayuda a mejorar.


Estuve visitando el castillo de Chambery que se construyo sobre una fortaleza en el año 1285, el centro de la ciudad, el ayuntamiento, la catedral, la fuente de los elefantes que data de 1823 y es uno de los monumentos mas importantes de la ciudad y también echándole el ojo a algunos restaurantes para cenar por la noche ... Oh lá lá.

La fuente de los elefantes.






Ecoles Communales.







La ciudad tiene mucho encanto, las casas tipicas alpinas, muy bien conservadas, limpia y una gran comunicación tanto a todo Francia y también a los paises vecinos como Suiza e Italia.





Después de unas cuantas horas paseando y un cansancio por todo lo alto, me retiré al hotel a descansar un poquito ya que llevaba un día bastante intenso de andar. El hotel es muy bonito, decorado rollo hotel de montaña con madera, los pasillos con fotos antiguas de esquiadores, bastante recomendable, se llama hotel "des princes" y se encuentra a 200m de la fuente de los elefantes, totalmente céntrico.

Hotel Des Princes.

Después de la siesta y de una duchita reconfortante, decidí ir a buscar el restaurante que me habían recomendado para cenar en la oficina de turismo. El restaurante en cuestión se llama "Le 32", un sitio bastante pequeño y con una cocina excelente, por lo que se recomienda reservar con antelación, llegué al restaurante y estaba todo lleno así que me dijeron de volver en 45 minutos. Así hice y mereció la pena, por 22€ me puse a tope y cenando muy rico, sobre todo el postre, un tiramisú casero, el mejor que he probado nunca.


Petit Tartare de Saumon.

Tartare de boeuf au Couteau.

Tiramisú.

Tras la pedazo de cena que me había pegado y sabiendo que el día siguiente iba a ser intenso en Anncey, me fui del tirón a descansar al hotel.

Después del día tan duro en Annecy y viendo la que estaba callendo en Chambery, me fuí al hotel a descansar un poco y refugiarme de la lluvia temporalmente ya que nada me iba a impedir salir a cenar de nuevo por la ciudad. Así hice y esta vez me encontré con un restaurante bien majo en pleno casco antiguo llamado "Le Sporting". Al igual que la noche anterior, cené un menú por 24€ y me puse otra vez hasta arriba, y de nuevo, lo más contundente fue el postre, unos profiteroles caseros de un tamaño desmesurado que estaban estupendos, muy buena elección para mi última cena en Francia.

Ou huitres et moules farcies maison.

Ou filet de truite rose aux amandes.

Profiteroles.

Me hubiera gustado haber cenado uno de los platos mas típicos de Francia, una "Raclette" o una "Fondue" pero eran mínimo para dos personas, por lo que tendré que volver a degustar una de estas especialidades en buena compañía, lo bueno es que me queda el recuerdo de la "Raclette" que me metí en Andorra con mi compañero Rafa, mortal.

Raclette.
Fondue.

De nuevo empachado y sabiendo lo que me esperaba al día siguiente, me fuí directo al hotel a descansar ya que el Lunes se esperaba bastante duro, al fin y al cabo era a lo que había ido, a trabajar un poquito.

Después de una jornada dura y dejar todo funcionando como es debido, me fuí de vuelta a Lyon a coger el avión de vuelta a Madrid, por cierto, estuve a punto de perder el tren de Chambery a Lyon, la cosa se complicó un poco y terminé el trabajo 20 minutos antes de la salida del tren, no hubiera estado nada mal haberme quedado por allí otro día más.

Chambery es una pequeña ciudad de estilo medieval que ha mantenido casi intacto su casco antiguo durante más de 500 años. Es un punto importante a la hora de conectar puntos estratégicos como Turín, Suiza o Lyon ya que tiene muy buena comunicación por vía ferroviaria. Sin duda es un destino muy interesante para pasar unos días en invierno y disfrutar de sus pistas de esquí.