domingo, 26 de diciembre de 2010

Sierra de Gata


Casi al comienzo de la primavera de este año 2010, tuve la oportunidad de disfrutar de un fin de semana, gracias al pack de viajes Smartbox. En esta ocasion elegimos una estancia gastónómica con dos noches y una cena, incluidas en el precio. Nos decidimos por Coria, y nos alojamos en el hotel Palacio de Coria, situado en el casco antiguo de la ciudad y enfrente de la iglesia. El hotel un lujo, estaba bien situado, muy amables y la cocina muy rica, la cena no la elegiamos nosotros, comimos presa iberica y bacalao al horno, entre otras cosas.

Llegamos el viernes por la tarde noche y fuimos a dar una vuelta por el casco antiguo y directos a buscar un restaurante donde cenar esa noche. Cenamos en el restaurante envido, de primeras tiene una pinta normalita tanto como por dentro como por fuera, pero la comida era espectacular, unos trigueros a la plancha, una crema de boletus y solomillo de cerdo iberico como segundo plato con una salsa de queso, mortal, esa noche acabamos reventados y fuimos directos a dormir.

Tras una larga noche de viento y lluvia, empezamos nuestra aventura por la sierra norte de Cáceres, todo muy verde, mucha naturaleza, pueblos de piedra pequeños ...

Empezamos por hoyos, que esta a unos 40Km de la frontera con Portugal. El pueblo es muy bonito y encontramos una tienda donde compre un paraguas que nos vino al pelo ya que la prevision era de lluvia. En la misma tienda, la dependienta nos dirigió hacia trevejo y para comer San Martin de Trevejo, asi que directamente fuimos a comer. Dimos con un restaurante familiar con pocas mesas y de menu del dia nos puso un revuelto de huevos con verduras y otra vez mas, solomillo de cerdo iberico, por 33€ comimos hasta reventar.

Hoyos.



Dando una vuelta por el pueblo encontramos un hotel rural recien reformado, el duende de chafaril. Muy bonito para pasar un fin de semana en pareja.

Burro de la zona.


Seguimos nuestro camino y subimos a lo alto de trevejo donde hay un pueblo de no mas de 10 habitantes y con una casa rural. Las vistas desde lo alto muy bonitas y el viento pegaba bastante, nos fuimos al poco por que en esa parte hacia mucho.

Kogoyo en trevejo.

Trevejo.
Antes de volver al hotel, cruzamos la frontera para ver si habia algo interesante y nos encontramos con una urbanizacion y ya esta, un chasco el cruzar a Portugal para nada, al menos el camino de vuelta estuvo interesante, visitamos unas cuantas vacas y un pueblito abandonado.



El domingo lo pasamos visitando la iglesia de Coria y algun museo del pueblo y fuimos rumbo a Madrid, pero antes de llegar pasamos por Cadalso y paramos en la presa viendo el paisaje y paramos en comer en Plasencia, donde compramos bastantes productos típicos de la zona Extremeña, como Aceite, harina de Boletus, vino, y pasteles.

Puente romano en Coria.

Kogoyo en Coria.

Vistas de la sierra de Gredos.

Cadalso.

Plasencia.


Plasencia.

Fue un fin de semana muy intenso y es recomendable para hacerlo en pareja para disfrutar del ambiente rural.

viernes, 24 de diciembre de 2010

Tiramisu


Hace unos días me atreví a hacer un tiramisú, uno de mis postres favoritos. Llevaba dándole vueltas desde Septiembre pero nunca sacaba tiempo, pero ya era hora.

La verdad que de sabor estaba dulzón, con un toque a café muy suave y regustito a cola-cao, sinceramente, me salió de muerte, la única pega es que salió un poquito líquido, pero estando bueno todo se perdona.

Para hacer el tiramisú los ingredientes son los siguientes:

- 300 ml de nata
- 3 huevos
- medio vaso de azúcar
- 24 soletillas
- cola cao
- un vaso de café
- 250 gr de queso mascarpone
- un chorrito de licor de café


Una vez tenemos todo preparadito, empezamos a elaborar nuestra obra:

Echar la mitad del azúcar en la nata líquida y montarla hasta que quede muy compacta.

Separar las claras y las yemas de los huevos.
Montar las claras a punto de nieve.


3º Mezclar despacio con un cucharón el queso mascarpone y las yemas de huevo, añadiendo el resto del azúcar.


4º Cuando el queso y las yemas estén mezclados juntar con la nata montada y las claras a punto de nieve y mezclar todo bien, pero despacio.



5º En el café caliente disolver un tercio del chocolate en polvo y echar un chorrito del licor.


6º Mojar muy ligeramente los bizcochos en el café sin dejar que se empapen y disponer la mitad de ellos cubriendo el fondo de una fuente. Echar la mitad de la mezcla sobre los bizcochos cubriéndolos uniformemente.


7º Poner una nueva capa de bizcochos mojados ligeramente sobre la mezcla.
8º Echar el resto de la mezcla sobre la segunda capa de bizcochos.
9º Espolvorear bien el chocolate en polvo sobre la mezcla.


Una vez acabada la obra, lo suyo es dejarlo enfriar entre 6 y 24 horas. Los días siguientes está aún mejor.

domingo, 5 de diciembre de 2010

Gante Mágica


En enero de 2009 decidimos pegarnos un viajecito por todo Bélgica, capital Europea y un país sorprendente por la cantidad de historia que tiene y las ciudades tan bonitas que hay. El país se divide en dos regiones, la región francesa y la flamenca. De todas las ciudades que visitamos Gante fue la que se llevo la palma, una ciudad joven (el 60% de los que la habitan son universitarios) con mucha historia, y muy encantadora, es una ciudad para enamorados.

Después de un viaje en tren de cuarenta minutos desde Bruselas, nos plantamos de noche en la estación central de Gante, con una temperatura aproximada de 0ºC. Entre el frío, la humedad, y el cansancio acumulado durante todo el día en Bruselas, nos dirigimos directamente al hotel "de Flandre", un hotel precioso, muy bien decorado y con un gusto excelente. Mereció la pena pagar 100€ por noche más desayuno.

Hotel De Flandre.

Canales en Gante.

Gante de noche.

Poco después de acomodarnos fuimos a cenar a un sitio no muy lejos del hotel que era bastante caro y chic, el restaurante en cuestión se llama Parkhuis, un lujo para el paladar y riquísimos platos. Por cierto una botella de agua de 1L, 5€, mejor beber cerveza.

Restaurante Pakhuis.

A la mañana siguiente y trás un copioso desayuno, decidimos alquilar unas bicis para recorrernos toda la ciudad de Gante, fue una gran idea ya que visitamos cantidad de sitios y no pasamos tanto frío que si hubieramos estado paseando todo el día. El precio de la bici fueron 9€ por persona hasta las 18:00h, más que suficiente.

Grafitis.

¿Donde esta mi bici?


Empezamos nuestro trayecto visitando la catedral de St. Michael, luego mas tarde fuimos a la catedral de St. Nicolas y aqui vino la gran sorpresa del viaje. Conocimos a un señor de unos 70 años muy amable que se ofreció a hacer de guía hasta el medio día. Raimundo se llama y tenía un español excelente, así que fue una visita guiada por un local de habla española. Gante tiene mucha influencia española y hay mucha gente allí que habla nuestro idioma perfectamente, así que si no te manejas con el inglés no pasa nada.

Catedral de St. Michael.

Catedral de St. Nicolás.


Durante su compañía nos llevo a el ayuntamiento, nos dejaron entrar con él, también estuvimos en el hotel Marriot, por dentro, increíble, nos llevo a comer dulces típiocs, nos contó las historias de la ciudad y muchas batallitas. Si no le hubieramos encontrado no hubiese sido lo mismo. Se fue a las 2 ya que su mujer le estaba esperando para comer y le dimos unos euros para que se tomara algo a nuestra salud. Al día siguiente nos lo volvimos a encontrar guiando a otro grupo de españoles, se ve que lo hace a diario.

Interior del hotel Marriot.

Con Raimundo.

Al rato de marcharse hicimos un parón para comer algo (lo típico en Bélgica son los gofres y las frieten o "patatas fritas") y coger energías para pasar toda la tarde pedaleando por la ciudad y no perdernos nada, recorrimos los canales, subimos cuestas muy empinadas, visitamos monumentos, al acabar la tarde estabamos muertos, así que dejamos las bicis y fuimos dando un paseo hasta el hotel.









Esa noche fuimos a cenar a un italiano que tenía unos platos buenísimos y contundentes. Bastante comida por un precio muy razonable.

El útimo día antes de irnos a Brujas terminamos nuestros paseos por Gante llendo a el museo del diseño, que estaba lleno de muñecos playmobil, fuimos a el castillo de los condes y visitamos varios museos más, otra vez una paliza que mereció mucho la pena.

Castillo de Gravensteen.

Vistas desde el castillo de Gravensteen.





No me importaría nada vivir en Gante, hay buen ambiente, fiesta, juventud y en Octubre o Noviembre, según, esta el festival de música electrónica I Love Techno, en el que estuvimos y donde alucinamos. Una ciudad patrimonio de la humanidad y multicultural.