Hace 3 meses tuve la oportunidad de estar dos días en Tallin, capital de Estonia. La ciudad es pequeñita y se puede visitar en 2 días perfectamente. Tallin se encuentra a 80 km de Helsinki, nosotros llegamos en barco y tardamos como 2 horas, hay barcos casi a todas las horas del día y puedes comprar multitud de cosas, de hecho si te gastas 100€ de alcohol te regalan un billete de ida para volver, normalmente la gente compra alcohol en Tallin y se lo llevan a Helsinki por que es bastante mas barato.
Llegamos un miércoles sobre las 4 de la tarde, todavía había algo de luz y nos dio tiempo a llegar al hotel y ponernos cómodos para empezar nuestra aventura. Nos hospedamos en el hotel Merchant´s House, situado en pleno centro del casco antiguo de la ciudad. Nos dieron una suite enorme y teníamos incluido en el precio el desayuno y un sala de relajación que tenía sauna y sala de masajes, relación calidad precio inmejorable.
Camino del hotel.
La ciudad se caracteriza por tener totalmente integro su casco antiguo, totalmente de la época medieval, construido a partir del 1240. Se conserva perfectamente la muralla que rodea el centro de la ciudad con sus torres de vigilancia, iglesias y castillos en su interior. La plaza del ayuntamiento es la mas transitada por los turistas y tiene al lado la farmacia mas antigua de Europa que data de 1422 y se conserva como nueva.
Después de dar un pequeño paseo y quedarme asombrado de lo bonita que es la ciudad fuimos a cenar a un restaurante medieval que se llama Olde Hansa, donde los camareros estaban vestidos con los trajes de época, la carta tenia un aspecto característico y el interior del restaurante estaba decorado como las tabernas típicas medievales, luz muy tenue, música en directo y los camareros muy amables. La comida no estaba mal pero para mi gusto se podía mejorar, te ponían platos abundantes y con comida típica Estonia. Por supuesto la cerveza se bebía en jarra de cerámica.
Olde Hansa.
Tenían la carta en español.
Fielete de lomo de vaca ahumado en salsa de setas.
Cerdo a la cerveza de mercaderes alemanes.
Pate de la corte real francesa.
Agasajo de Neptuno
Ya después de cenar nos fuimos al hotel y dimos uso de la sauna y de unos masajes antes de dormir. La verdad que fue una buena idea para el estar descansados al día siguiente.
Una vez levantados nos fuimos a desayunar ... increíble, todo perfecto y te hacían lo que tu pedías. Fueron contundentes y cogimos fuerzas para visitar la ciudad ya que iba a ser un día bastante duro.
Desayuno del Merchant´s house.
Lo primero que hicimos fue ir a comprar la Tallin card para usarla el ultimo día y ver museos y cosas características antes de volver a Helsinki. Nos costó 24 € y daba acceso a todas las cosas mas importantes de la ciudad sin pagar nada y a hacer varias rutas.
El dia no acompañaba mucho ya que estaba nublado y medio llovía, pero no nos impidió pegarnos una caminata por toda la parte antigua, ir a sus mercados, sus tiendas, visitar alguna iglesia, como la ortodoxa y hacer algunas compras antes de comer.
Mercado de las flores.
Iglesia Ortodoxa.
Llegamos a una creperia bastante tarde, era un sitio muy barato donde hacían crepes rellenas buenísimas, por 6€ nos comimos una cada uno con nuestra bebida y nos quedamos mas que satisfechos, las crepes eran bastante grandes y había de todo tipo. Era un bar para gente joven y normalmente estudiantes.
Pannkook hakkliha ja juustuga.
Anduvimos un poco mas por la ciudad antes de volver al hotel para descansar un poco y preparanos para ir al Ballet nacional a ver la obra Coppelia.
Opera de Tallin.
Estuvimos en la opera desde las 7 de la tarde hasta casi las 10 de la noche, donde hicimos un par de descansos y nos tomamos un aperitivo. La obra fue muy bonita, muy buena actuacion por parte de todos los componentes, la orquesta fantastica y en general una noche muy bonita. Terminamos cenando en un restaurante aleman que se llama Beer house, justo en frente del hotel. Cenamos bastante bien y nos quedamos agusto para pasar nuestro ultimo dia en la capital de Estonia.
Tiramisu.
El día siguiente nos dedicamos a ir de museos y ver exposiciones con la Tallin card, también hicimos una rutita turística en un bus que recorría tanto la parte antigua como la moderna.
No todo es medieval en Tallin.
Tallin es una ciudad con mucho encanto y lo suyo es ir con tu pareja, por que es un sitio mágico. Hay bastante mas fiesta que en Helsinki y es un lugar barato para tomarse unas copas.